Impactos climáticos globales

La ocurrencia de la fases extremas de la Oscilación del Sur, manifestada en la forma de eventos El Niño y La Niña, se asocian con cambios en el comportamiento de la atmósfera a nivel planetario, los cuales se inician en el Pacífico ecuatorial y luego se propagan hacia latitudes más altas.

Los efectos más notorios sobre el clima durante un evento de El Niño se manifiestan principalmente en la forma de ocurrencia de excesos o déficit pluviométrico. Las figuras muestran la distribución de las áreas más afectadas durante el verano y el invierno del Hemisferio Sur.

El desplazamiento hacia el Este de la región con mayor desarrollo de nubosidad en el Pacífico ecuatorial occidental (siguiendo el desplazamiento de las aguas relativamente más calidas) produce intensas precipitaciones en la región ecuatorial vecina a 180° de longitud y un fuerte déficit pluviométrico en gran parte de Oceanía y el sector nororiental de Australia.

En América del Norte la presencia del fenómeno El Niño se manifiesta en una tendencia a lluvias invernales anormalmente abundantes en la costa Oeste (California) y en los estados junto al golfo de México.

Otro impacto notable se observa en la región central del continente cuyos inviernos tienden a ser relativamente benignos (altas temperaturas y menor acumulación de nieve) durante los eventos El Niño.

En América del Sur las regiones afectadas por excesos pluviométricos durante los eventos El Niño son la región costera del sur de Ecuador y norte de Perú durante el verano y el otoño del Hemisferio Sur, la región central de Chile durante el invierno y el sector suroriental del continente (sur de Brasil, Uruguay, sur de Paraguay y el noreste de Argentina) durante al primavera.

Por otra parte la ocurrencia de estos eventos suele asociarse con déficit pluviométrico en el sector norte, particularmente en las Guyanas y regiones aledañas, en la región andina de Colombia y Venezuela, en el Altiplano y en el noreste de Brasil.

En Africa el impacto más notorio se advierte en la región suroriental (Sudafrica, Mozambique y Zambia) donde la ocurrencia de un evento El Niño típicamente se asocia con un fuerte déficit pluviométrico durante el verano, mientras que simultáneamente, en la región ecuatorial más hacia el norte (Uganda, Kenia y parte de Zaire) se registran lluvias anormalmente altas.