El campo de presión y el campo de viento

Recordemos que la presión atmosférica es una medida del peso de la columna de aire sobre el punto donde se realiza la medición. Es por eso que la presión siempre disminuye con la altura. Si se mide a nivel del mar, representa el peso de toda la atmósfera. La principal fuerza que activa el movimiento horizontal de la atmósfera se origina en las diferencias de presión (gradiente de presión). Esta fuerza apunta desde las zonas de alta presión a las regiones donde la presión es relativamente menor. Bajo este principio es esperable que el viento siempre apunte en la dirección de esta fuerza (en la dirección donde el gradiente de presión horizontal es máximo), en particular desde los anticiclones hacia las zonas de baja presión. El mismo principio se aplica en la vida cotidiana, cuando por ejemplo se pincha un neumático y el aire sale de la cámara que se encuentra inicialmente a mayor presión que el ambiente.

Sin embargo, la rotación de la tierra modifica este esquema simple de movimiento horizontal, al generar una fuerza aparente (fuerza de Coriolis) que apunta hacia la izquierda de un observador colocado de espalda al viento el Hemisferio Sur, y hacia su derecha en el Hemisferio Norte. La combinación de los efectos de la fuerza de gradiente de presión y de la fuerza de Coriolis, explican el hecho en los movimientos de gran escala el aire, en lugar de desplazarse en la dirección del gradiente de presión, tienda a moverse a lo largo de las isóbaras, dejando la zona de alta presión a la izquierda (según la convención antes descrita) en el Hemisferio Sur, y a la derecha en el Hemisferio Norte. De todos modos, siempre existe una componente del viento que apunta en la dirección hacia donde la presión disminuye (Figura 3b). El efecto de desviación del viento por la fuerza de Coriolis es máximo en los Polos, disminuyendo progresivamente hacia el Ecuador donde es nulo.

De este modo, un mapa de isobaras no solamente da información respecto a la dirección del viento, sino que también de su intensidad, que es proporcional al gradiente horizontal de la presión. La intensidad de este gradiente se refleja en el mapa sinóptico a través de una mayor o menor distancia entre las isobaras (mientras más cercanas mayor es el gradiente bárico).

Figura 3. Esquema de circulación de vientos a un nivel dado en torno a centros de alta (A) y baja (B) presión: (a) Cerca del Ecuador terrestre; (b) En latitudes medias del Hemisferio Sur.