Introducción

La contaminación del aire en la ciudad de Santiago es en su mayor parte producida por las actividades humanas (transporte, procesos industriales, etc.) que realizamos los cerca de 5 millones de habitantes de la región metropolitana.

Los altos niveles de contaminación por material particulado (PM10, PM2.5) y gases contaminantes (NOx, SO2, O3, etc.) que se observan durante los meses de invierno (Mayo-Agosto) hacen de Santiago una de las ciudades más contaminadas del planeta. No todas las ciudades de tamaño y población similar o mayor a la de Santiago exhiben los altos niveles de contaminación que caracterizan a la capital Chilena. Algunas de estas ciudades tienen un desarrollo económico y tecnológico similar a Santiago (por ejemplo, Lima, Buenos Aires, Caracas), por lo cual las emisiones de contaminantes no son demasiado distintas a nuestra realidad. Esto indica que factores geográficos y climatológicos también contribuyen a la mantención de los altos niveles de contaminación de la atmósfera en la cuenca de Santiago.

La emisión diaria de contaminantes asociada a las actividades humanas es además relativamente constante en el tiempo, excepto por una leve disminución durante los fines de semana. Así, la ocurrencia de episodios críticos (pre-emergencias y emergencias ambientales) de 2 a 3 días de duración durante los meses de invierno son gatillados por una intensificación de los factores meteorológicos adversos para la dispersión de contaminantes en la atmósfera. En esta nota describiremos los factores meteorológicos que contribuyen a los altos niveles de contaminación atmosférica en Santiago.